Robin Williams, la tragedia de la divina locura

"De alguna manera aceptamos que el precio de un inexplicable y centelleante genio cómico es un contrapeso de soledad miserable. Que existe una invisible economía interior que demanda alto precio por un talento impresionante. 



Para mi la genialidad se define por esa irracionalidad; ¿Cómo puede hablar de esa manera? ¿Jugar de esa manera? ¿Patear una pelota de esa manera? Un talento que no fue esculpido ni aprendido, ni educado ni pulido, sino que brota directamente del portal, crudo y vulgar. Siempre malicioso, siempre a punto de salir mal, peligroso y divertido, como las drogas."

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